7 cosas que me hubiera gustado saber antes de hacer Selectividad
Mis consejos para todo aquel que vaya a examinarse de la PAU
Como muchos de vosotros estáis ahora estudiando para Selectividad (o al menos deberíais estar haciéndolo), he pensado en contaros qué cosas aprendí cuando hice mis exámenes.
Aunque hace ya casi seis años que me examiné de Selectividad (las Pruebas de Acceso a la Universidad), el ambiente sigue siendo más o menos el mismo: es Trending Topic, los nervios están a flor de piel, la procrastinación se eleva al cubo. Estas son las siete cosas que me hubiera gustado saber antes de hacer Selectividad.
- Vas a hacer nuevos amigos. En momentos de crisis, en los pasillos entre exámenes, te encontrarás con gente de tu anterior instituto, o con un chaval del pueblo de tu abuela con el que nunca hablas. Vuestras miradas se cruzarán, sabiendo que vais los dos a hacer el examen de Geografía, y esa mirada cómplice bastará para que una nueva amistad se forje.
- Vas a hacer nuevos enemigos. Lo siento mucho, pero es lo que hay. Cuando salgas gritando de tu examen de Historia quejándote de lo difícil que era, serás diana de los más mortíferos males de ojo, ya que muchos estudiantes están en los pasillos repasando para su próximo examen. Igual eres tú quien mata con la mirada a esa chica que grita sobre su examen de Historia, quién sabe.
- Lleva un reloj. Parece una tontería y puede que ya te hayan dado este consejo antes. Pero a mí me aliviaba mucho saber cuánto tiempo me quedaba, para al menos tener el control sobre eso. Sobre mi conocimiento, regular. Pero sobre el tiempo para inventar, pues está bien.
- Inventar (a veces) funciona. ¿Me creerías si te dijera que me inventé por completo mi examen de Historia y saqué notaza? Sé que es difícil, pero fue así. Me caían catorce temas y me estudié trece, me los sabía mejor que mi nombre. Adivinad qué tema me cayó. Sí, exacto. Miré a mis compañeros de mesa como diciendo «¿Haber si me muero?» porque los tres estábamos en la misma situación. Nos reímos por no llorar y empezamos a escribir, porque ya que estábamos ahí pues oye, habíamos ido a luchar. 8,25 sobre 10, chavales. Así que usad esa imaginación, no os rindáis nunca.
- Lleva agua, medicinas, una bolsita de tila. Como todos sabemos, los nervios están a flor de piel. Puede que te olvides de beber agua por los nervios (me pasa), o te entre dolor de cabeza, o necesites relajarte como sea. Puede que no te pase a ti, pero le pase a tu mejor amigo, o a ese nuevo compañero que has hecho al cruzar una mirada cómplice en el pasillo. Quién sabe qué vida salvarás [suena de fondo How to save a life de The Fray]
- Duerme tus ocho horas. Mejor que duermas bien esos días, lo que no hayas estudiado no se te va a quedar. Estudiar en el último momento solo va a hacer que:
a) te pongas más nervioso.
b) no rindas bien durante el examen.
c) a y b son correctas. - No es para tanto. Sé que esto es lo contrario a lo que os dicen en clase, pero de verdad que no lo es. No hablo de la dificultad del examen, pues eso ya depende de cada uno. Hablo de aprobar o suspender el examen. Si apruebas, genial, a tope. Si llegas a la nota que querías, medalla porque te lo mereces. Si suspendes, no pasa nada. No es la prueba de tu vida, eso te lo puedo asegurar. Yo suspendí Matemáticas, y mira qué contenta estoy. Siempre puedes volver a hacer el examen en recuperaciones, al año siguiente, o puede que incluso te replantees el camino profesional que escoger. Y no pasará nada. Todo irá bien.
- Así que nada, chicos y chicas. A tope. Seguid los consejos que os doy, que de verdad son muy sabios. No es porque sean míos (que sí, también), sino por mi experiencia en el tema, que hice dos selectividades el mismo año. Pero esa historia la dejo para otro día.
Pues realmente me encanta el artículo, me ha dado nostalgia recordar q yo tb pasé por esa experiencia y ojalá alguien me hubiera dado esos sabios consejos.
Realmente útil y práctico.
¡Muchísimas gracias por tu comentario!