Comic Sans: desmontando el mito
La amas o la odias.
Todo el mundo conoce la Comic Sans y, en general, todo el mundo tiene una postura muy marcada frente a ella. Puedes odiarla con todo tu ser o defenderla a muerte, especialmente en determinados contextos. Sus defensores suelen argumentar que es una tipografía ideal para personas con dislexia, y que por ello no se debería menospreciar el que se use esta tipografía en todo tipo de lugares, incluyendo documentos oficiales o logotipos de empresas.
Hemos visto la Comic Sans en infinidad de lugares, incluyendo cuando en 2012 se presentó al mundo el descubrimiento del Bosón de Higgs o cuando, durante la pandemia del coronavirus, el doctor Emilio Bouza presentó su dimisión. ¿Realmente se eligió esta tipografía para ser inclusivos con personas disléxicas o fue más bien un desconocimiento total?
Para analizarlo, hemos hablado con Silvia Fernández (Silvia Ferpal) que nos ha explicado cómo se diseña una tipografía y qué elementos las caracterizan. También hemos podido hablar con dos personas disléxicas, Georgia y Nadine, que nos han puesto en su lugar a la hora de experimentar episodios de dislexia. Nuestro objetivo es desmontar el mito de que la Comic Sans ha venido a arreglarle la vida a las personas con dislexia y ver hasta qué punto tiene fundamento y qué otras realidades hay.
Descubre nuestro reportaje en el nuevo vídeo de Omglobalnews.
Aprecié una utilización excesiva de la Comic sand desde los orígenes, ese exceso me hizo rechazarla siempre. La asocio con carteles explicativos en talleres, panaderías, fruterías, y en general define una personalidad simple entre los que recurren a ella.