El futuro del transporte llega a España: Hyperloop
Viajar a velocidades de vértigo ha dejado de ser cosa de las películas de ficción.

Parece ficción, pero algo así verías montando en Hyperloop | Getty Images
Hace poco más de un mes saltaba en nuestros periódicos la noticia de que la compañía Virgin y Adif iban a construir un centro de investigación en Málaga para el desarrollo de la tecnología Hyperloop. Antes de eso, en España poco se sabía a cerca de este novedoso y futurista sistema de transporte que se basa en un tubo por donde discurre una cabina transmitida a alta velocidad en condiciones de vacío.
Nos tenemos que remontar hasta 2012 para tener las primeras noticias sobre Hyperloop. Elon Musk, el empresario creador de Paypal o Tesla Motors, desarrollaba en su empresa de transporte espacial (SpaceX) un prototipo de medio de transporte que vio la luz de forma definitiva en 2013. El proyecto inicial buscaba conectar Los Ángeles y San Francisco en media hora aproximadamente. Para ello, Hyperloop debía recorrer 560 km con una velocidad media superior a los 950 km/h. Obviamente la idea fue revolucionaria, sin embargo, los problemas asociados al proyecto y la gran inversión que suponían hicieron que quedase en suspenso hasta que se desarrollase del todo. Musk puso Hyperloop como un hardware libre buscando la colaboración internacional entre numerosos institutos de investigación para hacer del proyecto un éxito. La idea pudo ser un éxito o un fracaso, pero finalmente triunfó.
Con cifras de inversión multimillonarias, el proyecto Hyperloop fue desarrollándose con diversas pruebas en lugares como el desierto de Nevada. El éxito de los prototipos ha conseguido que la marca se vaya expandiendo por el mundo, teniendo más futuro que presente construido. Se ha planteado Toulouse como sede europea de Hyperloop, se han cerrado acuerdos para unir ciudades como Nueva York y Washington e incluso una empresa española va a ser la encargada de desarrollarlo para unir Dubai con Abu Dabi.

El posible recorrido que tendría el Hyperloop
La idea de que Hyperloop crezca gracias al trabajo realizado fuera de SpaceX no es novedosa. Se trata de la misma estrategia que siguen las empresas farmacéuticas para el descubrimiento de nuevas moléculas. Consiste en inyectar financiación a proyectos externos de manera que se ahorran parte de la investigación dentro de la compañía. El caso de SpaceX es un poco diferente. Lo que hacen es organizar una competición mundial donde diferentes escuelas politécnicas exponen y prueban sus prototipos. En España hace poco la Universidad Politécnica de Valencia fue la primera en presentar un prototipo a esta competición y ya se ha consolidado con el apoyo de varios patrocinadores, pero otras facultades europeas como las escuelas politécnicas federales suizas (equipos EPFLoop y ETH-Swissloop) llevan cierto tiempo compitiendo, con buenos resultados y eso hace que su infraestructura sea más competitiva.
Con la llegada del nuevo centro de investigación a Málaga, España se convierte en un punto caliente en la inversión y desarrollo de esta nueva tecnología que puede empezar a funcionar en los próximos años. Es posible que esto sirva para que otras facultades españolas se sumen al proyecto y obtengan el apoyo necesario por parte de más empresas e instituciones.
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