La rebelión de las máquinas: Semana del Diseño en Milán

La autonomía de las máquinas es la estrella de la Semana del Diseño de Milán.

Esta semana está teniendo lugar en Milán la Design Week (Semana del Diseño), donde cientos de empresas sacan a relucir su filosofía de diseño e innovación para remarcar el camino a seguir los próximos años.

Aunque algunas compañías aprovechan para presentar algún producto, como es el caso de Samsung y su Galaxy A80, la gran mayoría ponen su foco en un aspecto más subjetivo e intangible como puede ser su filosofía o algún punto específico de su estrategia futura. Y este es el caso de Sony. Hemos estado en Milán para vivir en primera persona la exposición de Sony sobre inteligencia artificial aplicada a diseño: Affinity in Autonomy.

La autonomía de la interacción

No es ninguna sorpresa que la inteligencia artificial es uno de los campos que más interés despiertan en la tecnología actual. Sony ha experimentado ya con ella y, sin duda, tiene intención de seguir haciéndolo. El hecho de que toda la exposición de la compañía estuviese enfocada en la autonomía de los objetos y en cómo estos pueden percibir el mundo que les rodea es un ejemplo perfecto de ello.

¿Y cómo percibe su entorno una máquina? De una manera similar a las personas, con sentidos como la vista. Sony es especialmente conocida por sus cámaras y sensores, de diferentes tamaños y resoluciones, y durante la exposición de la Design Week los han aplicado en varias “interacciones” que ejemplifican el potencial de la autonomía.

Aibo es (casi) como un perro real: le encanta que le rasquen la tripa.

Las interacciones aumentan su complejidad a medida que avanzas por ellas. Desde una sala oscura donde diversos sensores te reconocen y replican tu movimiento con esferas de luz, evolucionando a una estructura colgante capaz de tomar decisiones por si misma y seguir la mano de alguien de su entorno y pasando por esferas independientes que interactúan contigo con libre albedrío. Todo esto desemboca en la interacción final, donde la autonomía coge forma con Aibo, el perrito robot inteligente de Sony.

Es fascinante ver cómo la tecnología y la interacción humana comienzan a volverse un proceso natural e instintivo. Ver a los asistentes interactuar con “un cacho de plástico y circuitos” como si fuese un perro real, acariciándole, mandándole hacer trucos y buscando con cierta desesperación reclamar su atención, daba mucho que pensar con respecto a la línea que ha cruzado ya la revolución tecnológica. Estar sentado en el suelo rodeado de esferas inertes que se movían hacia ti al verte, despertaba instintivamente la necesidad de acariciarlas; algo que mirándolo objetivamente desde fuera carece de absoluto sentido. Y sin embargo, ahí estaba yo, acariciando pelotas de plástico.

La exposición mostraba la manera de interactuar entre humanos y máquinas.

Sin lugar a dudas, la autonomía de la tecnología y la manera en la que esta interactúa y reconoce su entorno va a ser una rama principal de la innovación en los años venideros. Es posible que esta sea la chispa que ayude a despertar un futuro donde los robots se parezcan más a lo que vemos en Hollywood y la línea entre máquina-ser vivo empiece a difuminarse cada vez más.

En nuestro IGTV (Instagram) podéis ampliar la información con el vídeo que hemos preparado de la exposición de Sony en la Design Week de Milán.

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