Por qué Misión Imposible 6 no debería llamarse así
Hemos visto Misión Imposible: Fallout y nuestra conclusión es que llevamos demasiadas «misiones imposibles» si al final sabemos que siempre son posibles.

Que alguien le deje unas gafas de sol a Tom Cruise.
En Misión Imposible: Fallout, la sexta entrega de Misión Imposible, Ethan Hunt (Tom Cruise) se enfrenta a un error que cometió y que hizo que una misión fracasase. Ethan recorre el mundo en busca de unas bolas nucleares que pueden destruir a gran parte de la humanidad, y solamente él puede hacerlo.
En esta review HAY SPOILERS. Estáis avisados.
Para empezar, la película comienza con una misión que fracasa. Lo que parece un simple intercambio de un maletín lleno de dinero y unas bolas nucleares que parecen Bolas de Dragón o Quaffles de Quidditch, se fastidia. Las Bolas de Dragón son robadas cuando Ethan las lanza por los aires, las deja en el suelo de un callejón oscuro y se olvida de ellas durante unos minutos para salvar a uno de sus compañeros. Y luego se extraña de que le roben las bolas. Ethan, ni siquiera se me ocurriría dejar mi móvil en el suelo de la calle de Madrid; eres un agente secreto, se espera que tengas algo de experiencia en estos temas.
Por culpa de este error le colocan un agente secreto muy guapo que va a acompañarlo todo el rato, básicamente para hacer de niñera. Es, nada más y nada menos, que Henry Cavill con bigote. Y podemos suponer que fue el bigote de esta película el que luego tuvieron que borrar de manera desastrosa en Liga de la Justicia.

Superman con bigote y la jefa frente a la Torre Eiffel para que no te despistes de que todo pasa en París.
Si conoces un poco París te das cuenta de que en esta película se saltan un poco todo aquello del espacio-tiempo. Hay una escena en la que Ethan Hunt está hablando debajo de un puente en Notre Dame y, al terminar, comienza a andar. No hay nada que indique que lleva andando más de dos minutos, pero de repente está en el Palacio Real. No soy experta en París, pero me pareció muy raro porque hace poco estuve y recordaba que estas dos cosas estaban lejos. Bien, pues:

Media hora andando entre el Palacio Real y Notre Dame, gracias Google Maps.
Además, toda la ciudad de París parece desierta. Los agentes secretos hacen «reuniones secretas» en los Jardines del Palacio Real, frente a la Torre Eiffel, al lado de Notre Dame… sitios muy turísiticos. No verás un alma en esas reuniones. Mira que sé que estoy hablando de Misión Imposible, pero esto es lo más inverosímil de toda la película: que no haya un solo instagrammer de fondo en el Palacio Real es la verdadera misión imposible.
La película tuvo algo de fama durante los meses de su rodaje, a causa de un accidente que sufrió Tom Cruise en una escena de persecución en la que tenía que saltar desde un andamio hasta un edificio. El objetivo era llegar hasta el edificio, pero el actor de 55 años se quedó corto y se golpeó. Pues bien, han mantenido esas imágenes. Estad atentos al ver la película.
Algo genial fue la escena de mayor tensión de la película, el final: cuando el helicóptero de Superman está colgando de un acantilado por tan solo un gancho agarrado a la roca. El gancho va cediendo poco a poco, y lo que debería hacernos sufrir (porque si el gancho se cae, la palman Ethan y Superman) tiene a la sala que no sabe cómo aguantarse la risa. Llegado un momento ya dejamos todos de aguantarnos. «¡Venga ya!» era la frase más escuchada. Algo parecido pasaba en muchas ocasiones durante la nueva de Jurassic World. Entendemos que son películas de acción, pero un poco de coherencia no haría daño a nadie.
Misión Imposible hace cinco películas que debería llamarse «Parece Imposible pero todos sabemos que Tom Cruise va a conseguirlo».
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