No me ha gustado ‘Joker’ y estas son las razones
Todd Phillips intenta elevar su dirección con un resultado algo mediocre.
La película «Joker», de Todd Phillips, está arrasando en cartelera. Todos aclaman esta nueva versión de uno de los villanos más conocidos, esta vez interpretado por Joaquin Phoenix. Pero, sin embargo, la crítica está dividida. Aunque al público general parece agradarle, la gente más entendida en cine tiene opiniones dispares.
Yo tampoco soy una eminencia del cine, y ya sabéis que mis críticas aquí son bastante informales. Por eso quiero explicaros qué me gusta y qué no me gusta de esta nueva película del Joker.
Hablemos primero de las aspiraciones de esta película. Todd Phillips, el director, intenta dar un giro a su carrera cinematográfica tras haber dirigido películas como «Resacón en Las Vegas», «Juego de armas» o «Starsky y Hutch». El año pasado producía una película distinta que tuvo mucho éxito: «Ha Nacido una Estrella» (con Lady Gaga y Bradley Cooper, que además fue el director).
Joker es, sin duda, un giro. Acostumbrado a películas de comedia, todas bastante similares entre ellas, llega con la promesa de un Joker con gran influencia de Martin Scorsese. Son como dos ingredientes fáciles, ¿no? Muy fácil de vender a un público cinéfilo. ¿Cómo no va a gustarte Martin Scorsese? ¡Y el Joker! Luego vemos que las influencias se basaban, sobre todo, en la obvia comparación de Joker con Travis (Robert De Niro) en «Taxi Driver» y claras referencias a «El Rey de la Comedia», también con Robert De Niro dirigido por Scorsese.
En esta película de «Joker» el protagonista es Arthur, un hombre que sufre porque el mundo lo trata mal. Además de que no está en el mejor momento de su vida en cuanto a salud mental, siente que su propósito en la vida es hacer feliz al mundo, pero le cuesta mucho porque todo el mundo es cruel con él: desde las personas que le discriminan por su condición médica hasta el sistema, que le quita todas las ayudas y medicamentos. Es otro elemento muy sencillo con el que empatizar: el maltrato de la sociedad.
El personaje, como tal, es absolutamente plano. No tiene aspiraciones, más que «hacer feliz a la gente», ser comediante. Pero no es gracioso. No puede ni contar un chiste por su condición, en la que suelta carcajadas. No evoluciona en toda la película, excepto al final, cuando de repente tiene un traje impecable y hecho a medida, y consigue soltar un monólogo antisistema en directo en su programa de televisión favorito. Acto seguido, asesina a lo que hasta ahora había sido su figura paterna platónica. De repente tiene una pistola y es alguien totalmente nuevo, esto no puedo comprarlo como «evolución». Es además una película más de un «genio torturado», un incomprendido y maltratado por la sociedad.
La fotografía es de manual de thriller: fría, oscura, misteriosa. Además de las referencias a las películas de Scorsese ya mencionadas. Y la música es pomposa, indicándote en cada momento qué sentir, por si tenías alguna duda. La película te va guiando, juega y manipula al espectador de un modo bastante insultante con un «copia y pega» de elementos que son «de películas buenas».
Pero si no es por Joaquin Phoenix, esta película sería tremendamente aburrida. Lo más interesante de «Joker» es el actor protagonista, que es brillante. Su risa, sus miradas, la transformación que tuvo que hacer para el papel. La película se cae sin Phoenix, y eso es un símbolo de alerta importante. Si lo mejor de una película es el actor… bueno, es que la película no merece mucho la pena más allá de ello.
Sobre las teorías de la película no voy a ha hablar, porque para eso está Twitter. Yo salí del cine bastante contenta con la película pero, en perspectiva, no la volvería a ver. Además, que vamos a hartarnos de ver disfraces de Halloween del Joker y eso ya es bastante como para exasperarme mucho.