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He mirado varios tutoriales del Animal Crossing New Horizons para que tú no tengas que hacerlo

No tengo el juego pero es como si lo tuviera.

imagen: nintenderos.com

Lo confieso desde ya: pertenezco a ese porcentaje de gente que no tiene el nuevo videojuego de Animal Crossing (Animal Crossing: New Horizons) pero que siente que sí. El juego se ha ganado el amor del público y no ha podido llegar en mejor momento: con todo el mundo encerrado en casa da todo el gustito tener un juego calmadito donde tu principal misión es plantar flores y recoger bichos.

Este juego no es el primero de Animal Crossing. Yo recuerdo pasarme las tardes enganchada a mi Nintendo DS jugando a Animal Crossing: Wild World. La DS fue mi última consola, no me juzguéis. El mundo del marketing es cruel y te obliga a cambiar de consola si quieres seguir comprando juegos y yo, como veis, no seguí el juego, literalmente (aunque me hubiera encantado).

Pero al parecer toda la gente de mi timeline en Twitter posee el juego y están absolutamente maravillados con él.

«En el juego no pasa nada, pero todo es muy relajante y cute» -Joaquín Reixa, CEO de Omglobal.

De este primer truco quería hablaros, y es que hay gente que tiene muchísimo arte para hacer ropita bonita para el Animal Crossing. Y sí, lo ideal sería que todos nos pusiéramos a ello y aprendiéramos (🙄) pero hay gente muy talentosa en internet y si no quisierais una vida más fácil no estaríais leyendo este artículo.

Me parece fascinante esto: puedes buscar diseñitos cute en Nookpedia Designs. Mirad este diseño del Mercadona, que es una fantasía. Y así hay de todo: vestidos, jerseys, sudaderas. Puedes incluso meter el tuyo en la base de datos. ¿Te animas?

Maravilla, para ir divinos por nuestra isla paradisíaca.

La moda de las pecas en maquillaje lleva ya asentada un tiempo, así que no debería ser menos en el Animal Crossing. Si quieres que tu personaje tenga pequitas (o barba, o cejas, o estrellitas de glitter), ¿por qué no diseñarlas?

El tutorial completo lo tienes aquí, en el canal de Paula New Leaf, pero para ser breves: tan solo tienes que hacer un diseño con el fondo transparente y hacer las pequitas en la parte de los cuadros inferiores, que son los que corresponden a las mejillas.

Por último, un truco de dinero. A todos nos flipan, todos los necesitamos. Todos hemos usado el motherlode en Los Sims y no nos escondemos. Este truco viene directo de un vídeo del buen NextN.

«Al desenterrar una bolsa de bayas de un agujero brillante, ¡no lo vuelvas a tapar! Puedes enterrar bolsas de 1.000 o 10.000 bayas, triplicando tu inversión al cabo de unos días» -NextN.

Nos avisa de que, si plantas bolsas de cantidades muy altas, te arriesgas a que lo que recojas sea de menor cantidad. ¡Así que planta con cuidado!.

Estos han sido algunos trucos cute y útiles que he encontrado pero… ¿tienes algun otro favorito? ¡Cuéntanos por redes sociales!

3 trucos para hacer fotografías increíbles desde tu casa

Porque todos nos estamos quedando sin fotos nuevas en el carrete

Me está pasando a mí, nos está pasando a todos. Hacemos muchos stories desde casa, aburridos, viendo Netflix, probando filtros. Pero tenemos que ir tirando de carrete si queremos actualizar el feed porque no es muy aesthetic sacar fotos del colacao con galletas.

¡Pero no sufras! He recopilado algunos trucos fáciles y sencillos para hacer fotos súper guays sin salir de tu casa. Puedes intentar hacerlos solo, con un trípode, o con ayuda de algún miembro de tu familia. ¿Te animas?

1. Si cuentas con bañera esta foto es un clásico. Necesitarás, además de la bañera, un cartón de leche. La leche es opcional, pero es lo que se utiliza para conseguir ese efecto de agua turbia. Y el resto, ¡es tu elección! Mi recomendación es que, si tienes un foco, intentes jugar con la iluminación, ya que la luz del baño puede no ser la ideal. Puedes ser creativo con el resto de elementos: ropa, flores, fruta, bombas de baño, colorantes alimenticios… Eso sí, luego limpia bien la bañera o puede salir cara la foto.

2. Busca en los adornos de Navidad, o en las joyas que tengas. Incluso en tu baúl de los recuerdos. Si tienes un prisma o un CD, tienes un tesoro. Los prismas, los cristales y los CDs reflejan una luz increíble y puedes crear efectos chulísimos. Experimenta con ellos y sorprende a todo el mundo… sin filtros.

3. De esto no tenemos todos, pero un proyector no sirve solo para ver Netflix. ¿Has probado a proyectarte imágenes? Juega con vídeos o imágenes con texturas interesantes. Si haces la foto con una cámara analógica tendrá ese plus de efecto vintage que la app Huji intenta imitar -con bastante éxito.

¿Vas a probar alguno de estos trucos? Mándanos las fotos que hagas a nuestras redes sociales, nos encantaría poder verlo.

5 listas de Spotify para ser productivo

El tiempo ya no es una excusa

El tema es inevitable: estamos todos encerraditos en casa y se nos puede hacer cuesta arriba. Tenemos mucho contenido online y mucha creatividad desatada en redes para evitar que nos aburramos (ya hablaremos de esto en otro post), pero ¿qué hacer cuando hay que estudiar o trabajar?.

La falta de rutina y la ilusión de que todo es un día eterno puede jugar en nuestra contra. Yo hace unos años estuve trabajando para un blog escribiendo posts relacionados con trucos para estudiar, así que tengo unos cuantos y quiero compartirlos todos con vosotros y ayudaros a ser muy productivos durante el tiempo que tengamos que estar ajustados a este domingo eterno.

Uno de esos trucos que tengo es tener una lista de reproducción para trabajar, o una distinta para cada asignatura. Hay gente a la que le ayuda cambiar de lugar de estudio según la asignatura, pero claro, eso es probable que no os lo podáis permitir ahora. Así que os traigo cinco listas de reproducción de Spotify muy interesantes para ayudaros en vuestra concentración:

1. Intense Studying, por Spotify

Aquí tenemos una clásica, bastante conocida y con la que probablemente te hayas encontrado si has buscado listas de producción para estudiar antes en la plataforma. Cuenta con más de ocho horas de música clásica y relajante a piano, así que tienes para rato. No es mi favorita, pero tranquilos, que para eso os voy a dar muchas opciones. Eso sí, si lo que te mola es musiquita tranquilita a piano, esta es definitivamente tu lista.

2. Workday Lounge, por Spotify

Seguimos en la línea chill, de relax, not everyone’s cup of tea. Quiero decir, yo usaría esta lista para quedarme durmiendo la siesta. Si eres de los que buscan algo relajado, chill, pero con algo de energía y beats tienes que echarle un ojo a esta lista.

3. Lofi Hip-Hop music, por Chilled Cow

El famoso canal de YouTube de música de baja fidelidad ha llegado a Spotify. Lo-fi es un enfoque estético a la música cuyo objetivo es encontrar un sonido estético, auténtico y menos producido; y tiene su origen a principios de los ochenta. Es una gran lista para estudiar, porque tiene un sonido bastante chill y relajado sin llegar a darme el sueñito de la siesta de las ocho y media de la tarde.

4. minimalistic music, por Firefly

Esta es la lista de reproducción que estoy escuchando para escribir este artículo, por si te lo estabas preguntando. Va muchísimo en la línea de la lista anterior de lofi pero a mí, personalmente, me gusta más esta. No sé qué tiene que el sonido me atrae más y me ayuda a ser más productiva. Por eso quería dejarla por aquí, para que os ayude a vosotros.

5. soundtracks, por porexpan2

Efectivamente, esta lista de reproducción es mía. Para todos aquellos a los que os guste el cine, esta es una de las listas de reproducción que más escucho siempre. La otra es la de la banda sonora de Harry Potter, películas 1-8. Eso no es misterio. Pero esta lista de reproducción es de bandas sonoras de películas que me encantan -o algunas que ni siquiera he visto. Lo importante aquí es la música. A excepción de alguna, son todas sin letra, así que es una buena lista para estudiar y ser productivo. Hay temas más relajados (como de El viaje de Chihiro) o temas frenéticos y deliciosos (Knives Out!). Disfrutad.

3 ideas de regalos hechos a mano perfectos para Navidad

Ya no hay excusas para no hacer regalos originales

YouTube: Lone Fox

Se acerca la Navidad, y con ello la fecha de comprar regalos para el árbol, para el Día de Reyes o para el amigo invisible. Y hay que reconocerlo, no es fácil dar con un regalo original para todo el mundo. Un regalo que no sea simplemente una hucha-cerdito del bazar más cercano, tiene que ser un objeto que transmita que has puesto tiempo y dedicación en pensar en ello, o en hacerlo.

Y sí, aunque hacer tú mismo el regalo pueda ser bastante tedioso, siempre da más opciones de personalización. Es mucho más fácil acertar con un regalo de este tipo que si tienes que pasar horas y horas buscando el regalo perfecto por las tiendas de tu barrio. Además, el tiempo que emplees creando el regalo también se tiene en cuenta, así que será un éxito.

El primer DIY (do it yourself) que traigo viene de la mano del canal Lone Fox, un canal de YouTube dedicado a las manualidades y decoración de interior. En este vídeo podemos encontrar tres ideas de regalo distintas, pero el más asequible y más realista -en mi humilde opinión-  es esta caja personalizada de chocolate caliente. Con una simple caja, unas tazas, posavasos y mezcla de cacao y nubes de golosina conseguimos un paquete ideal para consumir durante estas fiestas. Empieza en el minuto 12:40.

El segundo proyecto que me ha parecido muy original y sencillo es el de la joyería personalizada. Con un poco de alambre, unas herramientas básicas, pegamento y perlitas o piedras brillantes podemos conseguir un regalo adorable y personalizado para todos aquellos que disfrutan llevando bisutería y accesorios. Es la primera manualidad del vídeo, pero merece la pena quedarse para ver el DIY de velas, que también me parece una pasada.

¿Tienes un amigo que siempre se está quejando de que se le mueren todas las plantas? Silvia, del canal Dare to DIY, nos enseña su paquete de semillas a prueba de torpes de la jardinería. Un regalo sencillo para aquellos que se están iniciando en el mundo de las plantas, para los que quieren tener un pequeño huertecito en la terraza. Además, es un regalo eco friendly. Con este kit de jardinería no tienen más excusas.

Cuéntanos en redes sociales qué regalo DIY harás estas Navidades.

El «hygge» danés: 5 claves para vivir feliz

Netflix and chill pero con el nombre apropiado.

Fuera está lloviendo. Hace frío. Hoy no te apetece salir. Enciendes unas velas. Preparas una taza de café. Te tumbas en el sofá y enciendes Netflix.

La sensación que acabas de experimentar al pensarlo es el “Hygge”.

Y es lo que ha ayudado a Dinamarca a ser uno de los países más felices del mundo.

Hygge (pronunciado «huu-gue») es una palabra danesa para referirse a la creación de un ambiente de comodidad, bienestar y satisfacción. Proviene de otra palabra danesa que significa «dar valor, consuelo, alegría» y se construye a partir de la antigua palabra nórdicaHugr, que más tarde se convirtió en el abrazo “con alma, mente y conciencia”.

Pero, ¿cómo se construye un ambiente “hyggelig”? Muy fácil.

1. Ponte cómodo: Ese jersey ancho que tanto te gusta para estar cómodo. Calcetines calentitos y una buena manta si hace frío. Cuanto más cómodo estés, mejor.

2. Prepara el ambiente: Apaga las luces más fuertes y frías y quédate con las cálidas, que te relajen la vista. Si te gusta el incienso, ponlo. Música relajante, lo que sea. Esos pequeños detalles que tanto te gustan van a crear un ambiente Hygge perfecto.

3. Evita los focos de estrés: Todo aquello que vaya a romper la armonía, fuera. Nada de discusiones, distracciones o trabajo. Es tu momento, ¡no lo estropees!

4. Haz lo que más te apetezca: Ya sea jugar a juegos de mesa, invitar a tus amigos a casa, ver tu serie favorita o comer palomitas. Haz lo que te apetezca sin remordimientos.

5. Sé consciente de que estás disfrutando: Este es, sin duda, el paso más importante. Porque puedes estar pasando un rato perfecto con amigos, pero no pararte a valorarlo, expresarlo y disfrutarlo aún más. Haz saber a los demás que lo estás pasando bien, ¡quizás también les apetezca repetir dentro de poco! Además, si eres capaz de identificar los pequeños detalles que te hacen estar cómodo, será más fácil aplicarlo en el futuro.

En una sociedad cada vez más conectada, a veces “desconectar” puede suponer un auténtico reto para algunos. Por eso, muchos convierten esta práctica en un estilo de vida, abriendo la puerta al bienestar y sabiendo dejar de lado el estrés, aunque sea una hora.

En definitiva, el Hygge es un término que ha venido para quedarse.

6 mitos cosméticos que debes conocer para que no te engañen

Con estos datos podrás elegir mucho mejor tus próximas compras de cosmética.

El mundo de la cosmética está lleno de mitos | Foto de Noah Buscher

La industria cosmética facturó en Europa alrededor de 77.600 millones de euros durante el 2017. Hablamos de una industria, no muy alejada de la farmacéutica, que manufactura productos que en muchos casos no son de necesidad y que se basan en explotar los cánones de belleza actuales. Los productos cosméticos generados con el fin de tratar enfermedades como el acné, la psoriasis o la dermatitis atópica están lejos de dar el beneficio mayoritario a estas empresas y, por ello, se trabaja en líneas de productos más explotables. Pero en un mundo donde cada día hay más competencia, donde la innovación es mínima y donde cada día hay más trabas para probar innecesariamente ciertos productos en animales de experimentación, el buen marketing es el que marca la diferencia. En esta guerra de compañías por hacerse con el récord en ventas, surgen las cremas milagrosas, los componentes de nombres raros y, en algunos casos, los remedios infalibles que pueden causarnos un daño.

Si tienes un problema en la piel, lo primero siempre es consultar un dermatólogo. Lo normal es que este médico te ofrezca un estudio que dé como resultado la recomendación de un producto. Este posiblemente no sea de una marca conocida, lo tendrás que comprar en una farmacia y muy posiblemente sea caro. Estos no son los productos que voy a tratar en este artículo, porque las reglas de ese juego son diferentes.

A continuación, te expongo 6 (+1) mitos que nos venden con los productos cosméticos destinados al gran consumo.

Las cremas hidratantes no hidratan nada | Foto de Christin Hume

La crema hidratante: este mito es muy extendido y parte del propio nombre del producto. Las cremas hidratantes no existen. Son tan inexistentes como el jamón de York. El principio básico de cualquier crema que se haga llamar «hidratante» no es darte moléculas de agua para que tu piel se mantenga sana, sino un efecto radicalmente diferente. El calor, el aire, la contaminación, la radiación solar, etc. ejercen un efecto agresivo sobre nuestra piel deteriorando sus capas externas y afectando a las internas, aunque de una forma menos evidente a corto plazo. Lo inmediato es que, por transpiración, nuestra piel pierda agua. Las cremas hidratantes lo que hacen es construir una barrera que evita que las células se deshidraten.

Por tanto, sería más correcto decir crema anti-deshidratante. Esta barrera se construye, normalmente, con una serie de compuestos de partida llamados bases. Estas bases pueden tener más contenido en compuestos grasos o menos. Las mejores cremas hidratantes tienen más componente graso debido a su poder oclusivo, pero en pieles con problemas como el acné, es mejor buscar una que sea «oíl free no comedogénico», dado que evita que se produzcan brotes de la enfermedad y sigue ejerciendo su función. También debemos tener claro dónde vamos a aplicar la crema dado que no es lo mismo una facial que una corporal. Un último apunte: los componentes como el colágeno o el ácido hialurónico lo que hacen es evitar la deshidratación. No son sustancias milagrosas.

Sin parabenos es mejor: Nos encantan las etiquetas ECO, BIO, SIN CONSERVANTES, SIN COLORANTES… En cosmética también existen y su presencia nos da una sensación de seguridad, aunque en muchos casos no sabemos ni a qué se refieren. Hace unos años existió la fiebre de la etiqueta SIN PARABENOS. Pero ¿qué son los parabenos? Se trata de un grupo de conservantes que en ningún caso pueden exceder del 0,4% de la fórmula (0,8% si va en forma de mezcla) y que evita el crecimiento de hongos y microorganismos en nuestras cremas. El problema está en si alguien es alérgico o genera una intolerancia por su uso, pero esto es un caso que puede ocurrir con cualquier otro ingrediente. Incluso con los más naturales. Además, para alcanzar la potencia de los parabenos, igual necesitamos introducir 2 o 3 conservantes más, por lo que puede que al final no nos salga a cuenta…

El jabón con microesferas para el acné: El tema de los productos anti-acné milagrosos es algo que me toca bastante la moral, pero hoy solo hablaré de los que tienen «microesferas». En muchos casos, los productos que las contienen se venden como exfoliantes. Un exfoliante retira la capa más externa de células muertas y suciedad de la piel, evitando la proliferación de la bacteria que causa las famosas «espinillas» y la obstrucción de poros abiertos. No se deben usar diariamente, dado que así se evita la formación de los aceites necesarios para el mantenimiento sano de la piel y esto puede aumentar el riesgo de infecciones.

Pero el problema no reside ahí, sino en el material del que están hechas: plástico. Son esferas de plástico que no ofrecen ninguna ventaja más allá del roce mecánico con la piel. Hay muchos exfoliantes con microesferas que se degradan o que tienen un efecto activo, pero lo normal en los jabones exfoliantes baratos es que tengan plástico muy difícil de eliminar que luego contamina nuestros océanos y acaban teniendo efectos en la fauna. Como recomendación sin generar un plástico tan complicado, lo mejor para limpiar una cara con acné es usar un gel limpiador (que no jabón) ni hipoalergénico ni comedogénico por la mañana y por la noche.

Mi crema tiene ADN y ARN y por eso es mejor: Esta es una de las mayores estupideces que he visto en el mundo del marketing engañoso. El ADN y el ARN (ácido desoxirribonucleico y ribonucleico) son las moléculas que constituyen nuestro código genético y que se encargan de la regulación de la expresión del mismo. Se tratan de moléculas compuestas por azúcares, fósforo y (desoxi)ribonucleótidos. A pesar de lo guay que suena enviar ADN a tus células para que rejuvenezcan, eso no es posible. En primer lugar, porque no tiene sentido científico, y en segundo lugar porque el ADN es una sustancia que se degrada con mucha facilidad. En cuanto el ADN toca una superficie, lo más probable es que unas enzimas llamadas DNAsas lo degraden.

Lo mismo, pero mucho más rápido, ocurre con el ARN. En el utópico caso de que consiguieran crear una crema sumamente estéril y libre de estas enzimas para poder contener ADN/ARN en condiciones óptimas (ya de por sí muy difícil), en cuanto esta tocase tu piel, estas sustancias lo degradarían porque recubren toda su superficie. Se trata de un sistema de defensa primario de nuestro organismo ante patógenos como virus. Conclusión: desconfía de las cremas que parecen pucheros de la abuela.

Las bonanzas de la coenzima Q10: Ya no hay crema que se precie que no tenga esta molécula. En el mundo de las cremas-puchero, la coenzima Q10 es la legumbre más guay. Las coenzimas son sustancias orgánicas o inorgánicas que complementan a las enzimas permitiéndolas ejercer su acción. ¿Pero qué tiene que ver con mi piel? Pues resulta que, a nivel cosmético, la coenzima Q10 genera un efecto apaisante y reafirmante bastante visible, lo que se vende genial como efecto antiedad. Pero esto lo hace a costa de «pegar» las células muertas (que son las que forman la primera capa de piel) y cerrar los poros, evitando así la renovación correcta de las primeras y la oclusión de los segundos, con el riesgo a formar comedones y quistes por la grasa que no se elimina adecuadamente.

Si tiene 15 SPF, ya me está protegiendo contra el sol: Más vale prevenir que curar, dice el refrán. Por eso, para evitar el envejecimiento prematuro de la piel, que en la mayoría de los casos es producido por la exposición al sol, lo mejor es usar cremas fotoprotectoras. Pero no toda la fotoprotección vale y para la mayoría de las personas la cantidad que aparece en la mayoría de las cremas es insuficiente. En primer lugar porque no es completa, dado que su filtro suele cubrir un tipo de rayos UV, pero no el otro. Sin embargo, las hay que los cubren y añaden un filtro contra infrarrojos para obtener una protección más completa. El otro determinante a tener en cuenta es el SPF o factor de protección solar. Suele ser bajo si aparece como un complemento a la función principal de la crema cosmética, dado que se recomienda mínimo un factor 30 y suelen tener un 15 ó 20. Si tienes propensión a que te salgan manchas, te quemas con facilidad o tienes pecas o lunares, lo mejor es que aumentes al 50. El mejor consejo lo puedes recibir de tu farmacéutica/o y lo mejor puede ser combinar una crema fotoprotectora con tu crema habitual.

El mito +1 es que, a más caro, mejor. Hay cremas que valen cientos de euros y marcas que te venden lujo en una crema hidratante, cuando en realidad no te ofrecen nada que no haya en envases menos atractivos y más baratos. Con esto no quiero decir que una crema hidratante de marca blanca de supermercado sea mejor que una de venta en farmacia por el precio que tiene, pero sí hay que analizar cuáles son las necesidades de tu piel y cuál es la mejor relación calidad/precio que se te ofrece, porque es posible que estés malgastando el dinero o maltratando tu piel. Una de las alternativas que pasa más desapercibida y que puede ser muy interesante si tienes algún tipo de problema en especial es la dermofarmacia. La fabricación de productos cosméticos siguiendo las normas de la Formulación Magistral es un servicio que muy pocas farmacias en España tiene, pero que te permite la posibilidad de obtener una crema hecha a mano, con todas las garantías de calidad y de control, realizada por un farmacéutico especializado en esta labor. Además, en muchos casos es «customizable» y puede llevar un ingrediente que solo tú necesites o quieras. La ventaja es que la elaboración de estos productos no es cara y puedes obtener una crema de altas características por un precio muy bajo. Si además sirve para tratar una enfermedad como las que ya he mencionado, el dermatólogo puede prescribirla en una receta y tu seguro cubrirá la parte proporcional.

Los mitos cosméticos son casi tantos como productos hay, pero espero que con estos siete se os abra la vena crítica y miréis las etiquetas, preguntéis y seáis curiosos antes de comprar algo. Hay muchas farmacias que tienen blogs donde ofrecen consejos, hacen reviews de productos y desmienten mitos, dando información de calidad y lejos de cuentos y mentiras. Y si no encuentras nada que te convenza, siempre puedes acudir a tu especialista más cercano, ya sea médico o farmacéutico, para que te dé el mejor consejo profesional.

Lo mejor y lo peor de Japón

Hemos visitado Japón y estas son las mejores y las peores cosas del país.

 

Hace poco más de un año que cumplí uno de mis sueños: visitar Japón. Fue una experiencia increíble, y me da pena no haber hablado de ello más que con la gente que conozco y hoy me siento lo suficientemente nostálgica como para contaros qué tal fue la experiencia.

Lo mejor fue, sin duda, ir con amigos. Aunque los que pasamos más tiempo en Japón fuimos solo tres, poder compartir la pasión y los nuevos descubrimientos con ellos fue increíble. Decidimos que pasaríamos los 15 días en tres ciudades: Kyoto, Osaka e Hiroshima. Podríamos haber exprimido muchas más ciudades, eso seguro, pero no nos compensaba ir con prisa. Queríamos ir con mucha calma, disfrutar de la cultura y memorizar las ciudades.

Algo bueno de ir sin prisa es que podíamos improvisar mucho. Uno de los días en Kyoto, cuando fuimos al Fushimi Inari, anduvimos lo nunca escrito. Fuimos en tren muy temprano, para subir hasta arriba sin sufrir el calor de junio en Japón. Después de un par de horas subiendo, decidimos volver a Kyoto andando. No es mucho, acabo de comprobar que es una hora andando. Fuimos parando por los templos del camino, descansando. Con prisa, ni siquiera nos habríamos planteado la opción.

Fushimi Inari-Taisha. Photo de Dil Assi en Unsplash.

Habíamos oído mucho que comer en Japón era carísimo, y que sería lo que más nos dolería. Teníamos muchas ganas de probar la gastronomía japonesa, pero íbamos siempre buscando lugares que se portaran bien con nuestro bolsillo. Además, era complicado encontrar lugares donde comer porque uno de los tres era vegetariano (es curioso, porque ahora los tres lo somos) y en Japón es tan raro serlo que se creen que un vegetariano come pescado.

Nuestra salvación fueron, señoras y señores, los bares cutres de udon. Es muy fácil que pasen desapercibidos, escondidos entre los relucientes neones de los restautantes caros, pero están ahí. Por 300 yenes (alrededor de 2,5o euros) cada día tomábamos un cuenco de udón, que son unos fideos gruesos de harina de trigo, en caldo y con algas y tofu frito. Era suficiente para llenarnos sin gastar dinero. Por supuesto, así podíamos permitirnos caprichos como probar el ramen de Ichiran Ramen en Kyoto, o ir al karaoke.

«Bar cutre» de udón

Kyoto nos sorprendió mucho porque, pese a ser de las ciudades más importantes de Japón, era muy tradicional. Los edificios no superaban los tres pisos y había templos por doquier. Osaka era todo lo contrario: aunque a veces podías encontrar un pequeño templo escondido, todo eran rascacielos y neones.

Y, aunque queráis matarme, fue increíble poder pasar un día en el parque temático de Universal Studios de Osaka. Allí está el mundo de Harry Potter, y casi me da un chungo conforme se acercaba la fecha. Fue el único día que nos llovió en Japón, y madre mía lo que llovió. Íbamos empapados hasta la ropa interior, y eso que llevábamos chubasqueros. Pero eso hizo que la gente se fuera antes y pudiéramos montarnos en la atracción del castillo de Hogwarts hasta tres veces, cuando incluso a veces la gente se tiene que ir sin montarse una sola vez por las colas que se forman.

Es desconcertante que nadie hable inglés. Eso hace que sea muy difícil comunicarse, pedir indicaciones o comer en un bar cutre de udón. Si vas a ir a Japón es recomendable chapurrear cosas básicas, o llevar Internet en el móvil para traducir en todo momento. Ni siquiera la gente que trabaja de cara al público habla inglés, tan solo los recepcionistas en los hostales. Muy curioso.

La verdad es que no me arrepiento de no haber ido a Tokyo porque sé que, cuando vaya, iré sin prisa por ver todo Japón. Es un país demasiado maravilloso (y muy lejano) como para verlo deprisa, con horarios y con el objetivo de hacer la foto en el sitio de turno y rumbo al siguiente monumento.  Espero que, cuando vayas, lo pases tan bien como yo.

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