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Tres recetas vegetarianas y muy fáciles para la semana sin carne

Recetas veganas, muy rápidas, fáciles y deliciosas para empezar una dieta sin carne ni pescado

Photo by Brooke Lark on Unsplash

Greenpeace ha lanzado el reto de no comer carne (ni pescado) durante una semana. Igual que la Semana sin plástico, es un periodo para aprender sobre los efectos de la industria ganadera y la pesca masiva, además de probar lo que sería reducir el consumo de carne y pescado y probar nuevas recetas.

¿Sabías que la industria ganadera genera tantos gases de efecto invernadero como todos los coches, trenes, barcos y aviones juntos? ¿Sabías que el 80% de la deforestación de la Amazonía está relacionada con la ganadería industrial? ¿Sabías que los purines, antibióticos, fertilizantes y plaguicidas usados en la ganadería industrial contaminan los acuíferos? Además, la ganadería industrial demanda altas cantidades de agua. Por ejemplo, para producir 1kg de filete de ternera son necesarios 15.000 litros de agua, mientras que para producir 1 kg de zanahorias hacen falta 131 litros. –Greenpeace, en su artículo de «¡Súmate al Reto Sin Carne!».

En Omglobalnews somos muchos vegetarianos y apoyamos totalmente esta iniciativa. No para convenceros de adoptar una dieta vegetariana, pero al menos para daros buenas razones para reducir el consumo de carne y pescado. Y si esto os hace ver los beneficios no solo para la salud, también para el medio ambiente, y decidís dejar definitivamente la carne, el pescado y los productos de origen animal, por nosotros genial.

Aunque Greenpeace propone un menú completo semanal y aprobado por nutricionistas para iniciarse en una dieta vegetariana y saludable, yo quiero también enseñaros que seguir una dieta variada, vegetariana y deliciosa es muy sencillo gracias al maravilloso mundo de Internet, con infinitas posibilidades de recetarios: en vídeo, en formato blog, podcasts de nutrición, distintos niveles de dificultad.

1. Sándwich de ensalada de garbanzos, de Caitlin Shoemaker

Caitlin Shoemaker es una youtuber vegana y, por tanto, todas sus recetas lo son. Para comprender sus vídeos tienes que hablar inglés, pero seguir sus recetas es muy fácil y, al tener también su blog donde están escritas las recetas completas, es muy fácil usar el traductor de Google cuando no sabemos muy bien qué ingrediente está utilizando.

Esta receta me ha parecido muy interesante incluirla porque está diseñada para que sea perfecta para un picnic. Ahora que llega el buen tiempo y comer en un parque parece un plan adecuado, yo me veo en la necesidad de tener recetas así bajo la manga.

Aquí tienes el vídeo completo con la receta del sandwich (empieza en el minuto 1:55) y te dejo también la entrada de su blog por si te animas a visitarlo y ver en detalle las cantidades necesarias.

2. Hamburguesa picante de alubias, de Madeleine Olivia

Otra youtuber vegana, Madeleine Olivia. Mentiría si dijera que no disfruto de sus vídeos por la estética y el sonido del crujir de la cebolla al ser cortada. Esta receta en concreto es para los escépticos de las posibilidades de los vegetales. Las alubias, lentejas y garbanzos son unos ingredientes increíbles para conseguir texturas para hacer una hamburguesa. ¿Por qué íbamos a dejar de disfrutar del formato hamburguesa por ser vegetarianos o veganos? Nos gusta el formato, nos gusta comer con las manos, y nos gusta que pueda hacerse de manera muy barata y sin crueldad animal.

Esta hamburguesa entra dentro de un vídeo suyo de «recetas por menos de 1 libra (1,15€)». Los ingredientes son muy baratos y la porción sale así de barata. Ser vegetariano no significa gastarse mucho dinero, ni renunciar al sabor. Este es solo un ejemplo y además está muy rico y tiene una pinta increíble.

3. 7 desayunos fáciles y saludables, por Diana Karenina de Vida Vegana

Aquí estoy haciendo trampas, pero solo quiero daros opciones. Culpadme de ello. A veces tenemos más tiempo para cocinar, pero los desayunos no suelen ser esos momentos. Nos encanta coger una tostada rápida y salir de casa. O, a veces, ni eso. Hemos oído mil veces que desayunar es muy importante para que nuestro metabolismo no se vuelva loco, así que quiero presentaros muchas opciones vegetarianas (de hecho, veganas) para que elijas la que más te guste y cambies un poco del típico bol de cereales y leche.

Mi favorito es la avena que te preparas la noche anterior, así no tienes que preocuparte de «es que no tengo tiempo para desayunar». Comienza en el minuto 3:18. Y alguna vez he hecho las tortitas esas que aparecen en la miniatura y que son la primera receta y, mira: sinceramente, están increíbles, son muy rápidas de hacer, son saludables. Qué más le puedo pedir a unas tortitas. Yo creo que nada. Pedirle algo más sería, además de extraño porque las tortitas no hablan, maleducado.

Aunque no hayas empezado el reto de la semana sin carne el lunes, no te preocupes: puedes empezar ahora. O mañana. Cuando te venga bien. O ir alternando recetas. Lo más improtante es que hay que reducir nuestro consumo de carne y pescado para que el planeta Tierra pueda ser un lugar sostenible y habitable. Y no puedes negar que estas recetas tienen todas pintaza. Es que no hay excusa.

Los Destacados: ¿Tendrá Elsa una novia en Frozen 2?

El tráiler de Frozen 2 ha llegado esta pasada semana junto con otros que no podemos pasar por alto.

Ana y Elsa en Frozen 2 | Disney

En este episodio de Los Destacados hablamos de los tráilers que han salido esta semana que no te puedes perder. El primero de ellos, Doctor Sleep, es la adaptación de la novela homónima de Stephen King, la continuación de El Resplandor que publicó en 2013 y que ahora vemos convertida en película protagonizada por Ewan McGregor. Hablamos también de Frozen 2 y de todos los rumores que hay entorno a ella. ¿Habrá más personas con poderes? ¿Controlarán los elementos? Y más importante, ¿tendrá por fin Elsa una novia como llevamos pidiendo desde la primera película? Por último, hablamos de Toy Story 4, ya que hemos tenido oportunidad de verla en el prestreno que organizó Disney en Madrid. ¿Estará a la altura de las expectativas?

Esta semana, además, es la Semana sin Carne; una iniciativa que pretende concienciar sobre el consumo de carne y las consecuencias de la industria ganadera. Hemos podido hablar directamente con un representante de Greenpeace para que nos cuente un poco más sobre el proyecto.

Disfruta ya del nuevo episodio de Los Destacados en Spotify, Apple Podcast o cualquiera de tus plataformas favoritas; y suscríbete al podcast para no perderte ninguno.

Los Destacados: ¿Qué tiene que ver el vegetarianismo con las fake news? 002

La manera de llevar una dieta vegetariana y de no caer en noticias falsas.

¿Hasta qué punto conoces la dieta vegetariana? En Omglobalnews hicimos un documental analizándola y en Los Destacados hemos ampliado esa información. Y no nos hemos quedado ahí. Julen Hernandez nos habla de las fake news y de su importancia en la información actual. Y todo ello, acompañados de nuestra querida Holly Molly (Aida Riesco).

Todo lo que conlleva ser vegetariano

Llevo 3 años siéndolo. ¿Cómo estará mi salud? ¿Por qué lo hice? Esta es mi experiencia.

Llevo 3 años siendo vegetariano. Y no soy el único. Más de 3,6 millones de personas en España llevan una dieta vegetariana, vegana o, en algunos casos, flexitariana. Casi toda mi vida, hasta los 21 años, he comido carne. Y la verdad es que me gustaba. La carne está rica y es muy accesible, y como está tan implantada en la dieta de la sociedad no llegas a plantearte el por qué la comemos. Simplemente, lo haces.

Según la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación, una dieta (en general) correcta tiene que estar formada aproximadamente por un 25% de hortalizas, un 25% de frutas, un 25% de cereales, carbohidratos y grasas y proteínas. 

En este último grupo es donde se encontrarían la carne y el pescado, y si lo suprimes te das cuenta de que te sigue quedando el 90% de la tabla.

La tabla de dieta recomendada por la SEDCA.

De hecho, al eliminar de las opciones las carnes y el pescado, en cierto modo te obligas a ampliar el abanico de verduras y legumbres que consumes y, por tanto, de sus diferentes polifenoles junto a sus beneficios para la salud. Y ese es el primero de los motivos por el que decidí hacerme vegetariano, la salud.

Suprimir la carne no significa eliminar las proteínas. Mucha gente se pregunta cómo se pueden sustituir las proteínas de la carne y la respuesta es bien sencilla. Las legumbres, semillas, frutos secos e incluso algunas verduras están cargadas de proteína. No hace falta tomar suplementos de proteínas por ser vegetariano o vegano.

De hecho, no hace falta suplementar nada por ser vegetariano excepto la vitamina B12. Una buena dieta tiene que garantizar que se consumen los elementos necesarios para el organismo. Es decir, proteínas, hierro, calcio, vitamina D, zinc y Omega 3 entre otros, y todo lo puedes encontrar en diferentes hortalizas, verduras, legumbres, cereales, semillas o frutos secos. Todo.

El segundo motivo por el que tomé la decisión de hacerme vegetariano es por el medio ambiente. La industria ganadera es una de las más contaminantes y derrochadoras del planeta. Por ejemplo, para producir 1KG de carne de ternera hace falta alimentar a la vaca previamente con una media de 20KG de cereales, maíz o soja. Y para producir ese mismo kilogramo de carne se necesitan 15.450 litros de agua.

En Europa se consume de media 85kg de carne por persona al año. Si todos los cereales y legumbres utilizados para alimentar al ganado que después alimenta a las personas se saltase ese paso y fuesen directamente de consumo humano, tendríamos alimento para 4 planetas Tierra. Y aún así a día de hoy hay 840 millones de personas malnutridas en el mundo.

Y por último, los gases invernadero. El 51% de los gases de efecto invernadero provienen de la industria ganadera.

Y el tercer motivo que me llevó a volverme vegetariano es por respeto a los animales. 66 mil millones de animales mueren cada año en mataderos para la producción de carne en condiciones inhumanas.

Y aunque el que yo haya tomado esta decisión no influye como tal al sector, cada vez más gente decide dar el cambio y entre todos dejar una huella en el planeta. Y hay muchas personas que, por el motivo que sea, no pueden dejar de lado la carne; pero con pequeños cambios como reducir su consumo o comprar únicamente productos de animales que han sido tratados de forma más ética, están contribuyendo a mejorar el mundo.

Comer sano y vegetariano en Los Angeles: misión imposible

Acompáñame en esta trágica historia de cómo dos vegetarianos se quedaron sin dinero intentando comer por la ciudad de Los Angeles

Hace una semana, Joaquín y yo viajamos a Los Angeles. Los dos somos vegetarianos, y nos gusta comer sano. No sabíamos que eran dos conceptos tan complicados de entender en una ciudad tan cosmopolita.

Nada más bajarnos del avión, nuestro taxista nos empezó a recomendar sitios a los que ir y lugares que visitar. Hizo especial hincapié en que teníamos que ir a In-n-out, que es una cadena de fast-food exclusiva de California, y probar las patatas «animal style», que consisten en unas patatas fritas con salsa de queso, una salsa especial y cebolla frita. El taxista no tenía ni idea de que éramos vegetarianos, por supuesto, pero era significativo que muchas de las recomendaciones que recibíamos eran de restaurantes fast-food.

 

Hamburguesas de In-n-out y sus famosas Animal style fries.

El siguiente gran obstáculo fue la comida del hotel en el que nos alojábamos. Era complicado encontrar platos principales que no llevasen algún tipo de carne o pescado (casi todos los principales consistían en un filete de carne), así que optamos por comer a base de sides, platos más pequeños que suelen ser complementos del principal: puré de patatas, brócoli hervido, espárragos a la brasa. Hasta ahí todo bien, aunque era alarmante que todo supiera a mantequilla. Incluso hervían el brócoli con mantequilla.

No queríamos obsesionarnos. ¿Qué más da que hiervan el brócoli con mantequilla? No es como si nos estuviésemos llevando un bloque de ella a la boca. En el siguiente episodio casi ocurre algo parecido.

Uno de los días se nos ocurrió desayunar por el centro de la ciudad, cerca del segundo hotel en el que nos alojábamos. Buscando en Google, a 400 metros se encontraba un local de desayunos llamado iHop. Decía nuestro amigo Internet que era barato, y las fotos tenían muy buena pinta.

Nuestro gozo en un pozo cuando, al llegar, nos dan la carta. Sí, todo tenía muy buena pinta: gofres con azúcar, tortitas de todos los tamaños y sabores posibles, tortillas de huevo con salchichas y puré de patatas… y todo superaba las 1200 kilocalorías, según la propia carta. Imaginad ir a desayunar y meteros entre pecho y espalda más de la mitad de calorías que necesitas en un día, sabiendo que ni de broma vas a quemarlo por mucho que te recorras Los Angeles andando. Aquel día acabamos desayunando nuestra opción más viable: una tortilla de claras de huevos con verduras. Todo por el módico precio de 36 dólares. 

Aquí aprendimos otra lección: que no había desayunos baratos. Si queríamos eso, teníamos que ir a Starbucks a por un croissant y un café con leche.

El desayuno que nunca tuvimos pero que 100% nos merecíamos

Y no es que no se pudiera comer sano, no es eso. Estoy segura de que era posible. Simplemente era inviable para nuestro bolsillo. Si el desayuno del iHop nos costó $36 y eso era algo «barato» creo que os podéis imaginar que íbamos caminando por un campo de minas.

Lo más bonito lo encontramos el último día, en Santa Monica: BIBIBOP. Básicamente un lugar para hacerte un propio poké bowl. Era personalizable, con opciones vegetarianas, y a un precio que fácilmente encuentras en Madrid. Además, la sopa de miso era gratuita y podías rellenarla siempre que quisieras. Qué pena encontrarlo el último día.

Y eso es todo, amigos. Comer en Los Angeles es caro, pero si quieres comer sano, mucho más.

Ramen Kagura: El mejor ramen vegetariano de Madrid

Si eres amante de la cocina japonesa, no puedes perderte Kagura Ramen en el centro de Madrid

El ramen es un plato típico japonés con muchas variantes.

Si bien la foto de portada no es de un ramen vegetariano, a continuación os enseñaré cómo son los de Kagura Ramen.

El local es un pequeño restaurante en el centro de Madrid, en Calle de las Fuentes, 1. Lo verás pronto porque, probablemente, haya cola de unos veinte minutos para entrar. Está siempre lleno y no es para menos: es de los locales más famosos de Madrid por la calidad de su ramen y su precio. Desde 5,80€ puedes disfrutarlo: para todos los bolsillos.

Fuimos tres amigos vegetarianos a comer y pedimos unos maki de aguacate para compartir y un ramen vegetariano de miso cada uno. Yo me pedí el de 100 gramos y fue suficiente, aunque al principio parezca pequeño llena bastante.

Maki de aguacate (6 piezas)

El sushi estaba aceptable, fue un entrante agradable. Pero estábamos deseando tomar el ramen. No tienen tantas opciones de ramen con caldo como otros locales, y tan solo teníamos esa opción vegetariana, pero la cantidad de ingredientes era satisfactoria: tofu frito, menma, medio huevo pochado y verduras con leche de soja con salsa especial de miso.

El caldo era muy opaco, las verduras estaban deliciosas y el tofu le daba un sabor excelente, casi dulce. La única pega que le pongo es que lo encontré un poco templado (a mí, personalmente, me gusta la sopa muy caliente). Cuando trasladé esto a mis amigos me dijeron, y cito:

Paloma, estás loca. Está ardiendo. No tienes papilas gustativas. Estás muerta por dentro.
-Kevin, gran amigo.

Ramen vegetariano miso, 100 gramos (tamaño pequeño)

El ramen pequeño, la bebida y el sushi compartido salió a unos 10 euros por persona. La verdad es que, por lo que comimos, está increíble. Da mucho gusto encontrar opciones vegetarianas que están deliciosas.

Lo mejor y lo peor de Japón

Hemos visitado Japón y estas son las mejores y las peores cosas del país.

 

Hace poco más de un año que cumplí uno de mis sueños: visitar Japón. Fue una experiencia increíble, y me da pena no haber hablado de ello más que con la gente que conozco y hoy me siento lo suficientemente nostálgica como para contaros qué tal fue la experiencia.

Lo mejor fue, sin duda, ir con amigos. Aunque los que pasamos más tiempo en Japón fuimos solo tres, poder compartir la pasión y los nuevos descubrimientos con ellos fue increíble. Decidimos que pasaríamos los 15 días en tres ciudades: Kyoto, Osaka e Hiroshima. Podríamos haber exprimido muchas más ciudades, eso seguro, pero no nos compensaba ir con prisa. Queríamos ir con mucha calma, disfrutar de la cultura y memorizar las ciudades.

Algo bueno de ir sin prisa es que podíamos improvisar mucho. Uno de los días en Kyoto, cuando fuimos al Fushimi Inari, anduvimos lo nunca escrito. Fuimos en tren muy temprano, para subir hasta arriba sin sufrir el calor de junio en Japón. Después de un par de horas subiendo, decidimos volver a Kyoto andando. No es mucho, acabo de comprobar que es una hora andando. Fuimos parando por los templos del camino, descansando. Con prisa, ni siquiera nos habríamos planteado la opción.

Fushimi Inari-Taisha. Photo de Dil Assi en Unsplash.

Habíamos oído mucho que comer en Japón era carísimo, y que sería lo que más nos dolería. Teníamos muchas ganas de probar la gastronomía japonesa, pero íbamos siempre buscando lugares que se portaran bien con nuestro bolsillo. Además, era complicado encontrar lugares donde comer porque uno de los tres era vegetariano (es curioso, porque ahora los tres lo somos) y en Japón es tan raro serlo que se creen que un vegetariano come pescado.

Nuestra salvación fueron, señoras y señores, los bares cutres de udon. Es muy fácil que pasen desapercibidos, escondidos entre los relucientes neones de los restautantes caros, pero están ahí. Por 300 yenes (alrededor de 2,5o euros) cada día tomábamos un cuenco de udón, que son unos fideos gruesos de harina de trigo, en caldo y con algas y tofu frito. Era suficiente para llenarnos sin gastar dinero. Por supuesto, así podíamos permitirnos caprichos como probar el ramen de Ichiran Ramen en Kyoto, o ir al karaoke.

«Bar cutre» de udón

Kyoto nos sorprendió mucho porque, pese a ser de las ciudades más importantes de Japón, era muy tradicional. Los edificios no superaban los tres pisos y había templos por doquier. Osaka era todo lo contrario: aunque a veces podías encontrar un pequeño templo escondido, todo eran rascacielos y neones.

Y, aunque queráis matarme, fue increíble poder pasar un día en el parque temático de Universal Studios de Osaka. Allí está el mundo de Harry Potter, y casi me da un chungo conforme se acercaba la fecha. Fue el único día que nos llovió en Japón, y madre mía lo que llovió. Íbamos empapados hasta la ropa interior, y eso que llevábamos chubasqueros. Pero eso hizo que la gente se fuera antes y pudiéramos montarnos en la atracción del castillo de Hogwarts hasta tres veces, cuando incluso a veces la gente se tiene que ir sin montarse una sola vez por las colas que se forman.

Es desconcertante que nadie hable inglés. Eso hace que sea muy difícil comunicarse, pedir indicaciones o comer en un bar cutre de udón. Si vas a ir a Japón es recomendable chapurrear cosas básicas, o llevar Internet en el móvil para traducir en todo momento. Ni siquiera la gente que trabaja de cara al público habla inglés, tan solo los recepcionistas en los hostales. Muy curioso.

La verdad es que no me arrepiento de no haber ido a Tokyo porque sé que, cuando vaya, iré sin prisa por ver todo Japón. Es un país demasiado maravilloso (y muy lejano) como para verlo deprisa, con horarios y con el objetivo de hacer la foto en el sitio de turno y rumbo al siguiente monumento.  Espero que, cuando vayas, lo pases tan bien como yo.

Tres vegetarianos comen en una hamburguesería

¿Qué pasa cuando tres vegetarianos deciden salir a comer por Madrid? A veces puede ser difícil encontrar comida rica que puedas degustar, así que decidimos ponerlo difícil: fuimos al New York Burger, un restaurante especializado en hamburguesas.

 

Nuestra experiencia en el New York Burger

Omai (@omai), Julen (@julenhernandez) y yo teníamos mucha hambre y estábamos preparados para degustarlo todo. Esperamos unos minutos antes de sentarnos y, cuando conseguimos nuestra mesa, nos atendieron muy pronto. Había varias opciones vegetarianas como «entrantes», y tan solo dos hamburguesas que pudiéramos tomar. Entendamos vegetarianos como ovolácteo-vegetarianos.

Para compartir pedimos los nachos, los fingers de queso con salsa de arándanos y una mazorca de maíz.

Los nachos tenían mucha variedad de ingredientes y salsas: queso, frijoles, salsa agria, guacamole y pico de gallo. Estaban muy ricos nada más traerlos, sin embargo, el queso estaba repartido de modo que todos los nachos se pegaron y fue difícil seguir comiendo. Nuestra nota final fue un 3 sobre 5.

Nachos con queso (9,90€)★★★☆☆

Los fingers de queso, aunque estaban ricos con la salsa de arándanos, eran de lo más normal. Se notaba que eran congelados, y es por eso que les pusimos un 3,5 sobre 5. Finalmente, Julen afirmó que la mazorca de maíz estaba espectacular: mantequilla al gusto y un toque picante perfecto; por eso se llevó un 4,5 sobre 5.

Fingers de queso (7,90€) ★★★⋆☆☆

Mazorca de maíz (4,50€) ★★★★⋆☆

Los fingers de queso estaban bastante bien.

Habíamos comido mucho pero todavía faltaba el plato principal: las hamburguesas. Tan solo teníamos dos opciones, aunque un punto positivo es que también se puede elegir entre una gran cantidad de tipos de pan y de guarniciones. Omai pidió la Rockefeller Center con pan de cereales y patata asada, Julen pidió la misma hamburguesa pero con pan rústico y ensalada de col. Mi elección fue la Central Park con pan de amapola y patatas gajo.

Hamburguesa «Rockefeller Center» con patata asada (8 €)

Las hamburguesas Rockefeller Center son de espinacas y, aunque su sabor es adecuado, se quedan muy pobres en una hamburguesa sin nada más. «Le hace falta más verduras, o salsas. Está algo sosa», afirmó Omai. Se llevaron un 2 y 3 sobre 5. En cuanto a las guarniciones, los resultados fueron algo más satisfactorios. La patata asada un 4 sobre 5, y la ensalada de col un 3 sobre 5.

Hamburguesa Rockefeller Center (8€)★★★☆☆

Hamburgesa «Central Park» (8,50€)

Por mi parte, la hamburguesa Central Park estaba muy rica. Eso sí, era muy distinta: la «hamburguesa» eran unas gyozas japonesas de verduras, y tenía salsa de soja espesa. El sabor era muy oriental. Aunque le ponga un 4 sobre 5, creo que podrían haberse currado más una hamburguesa vegetariana, porque sustituirlo por empanadillas japonesas es una opción un poco evasiva. Las patatas gajo estaban de muerte, las recomiendo totalmente (5 sobre 5).

Hamburguesa Central Park con patatas gajo (8,50€)★★★★⋆☆

La verdad es que habíamos comido demasiado como para querer un postre, así que pedimos café. Nuestro pozo en un gozo cuando nos dijeron que ahí no servían café. Esto no se hace, chicos.

En general fue una experiencia bastante agridulce. Como vegetarianos, no repetiríamos en este sitio. Quién sabe qué aventuras nos deparará el mundo gastronómico de Madrid los próximos días.